El Centro Deportivo y de Ocio es un nuevo paisaje en vez de un nuevo edificio. Minimiza el impacto de su volumen, se oculta, juega con las imaginarias fuerzas tectónicas que actúan sobre el valle plegando el terreno. El edificio es una composición de pliegues, de olas verdes correlacionadas con los distintos espacios interiores: la piscina, la cancha polideportiva susceptible, los gimnasios…
El solar en forma de L donde se alza es un espacio constreñido. Tiene cierto carácter de trasera entre los dos barrios más relevantes de Langreo: Sama y La Felguera. Es un espacio cuyas lindes son una vía de Cercanías de RENFE, un cuartel de la guardia civil, el Río Nalón y el campo de fútbol del equipo local. En derredor impacta visualmente el importante nudo de carreteras de la autopista corredor del Nalón.
La volumetría exterior es la expresión directa de las necesidades volumétricas interiores de los locales: más altura en la cancha polideportiva, mayor aún en la zona de gimnasia rítmica, en la piscina más baja, pero más alta en la zona de saltos, y así sucesivamente. De este modo se distinguen las tres colinas que se corresponden con la división funcional en tres zonas diferenciadas: la cancha polideportiva multiusos, el recinto de las piscinas, y la zona de servicios generales. La estructura de la cubierta lo es todo. Es una mezcla de dos tipologías. En las crestas aparecen perfiles laminados en caliente y curvados. En el resto, hay una malla espacial tipo mero. En la zona de las piscinas, donde el bromo y el cloro libre generan un ambiente corrosivo, la estructura de cubierta de malla espacial está galvanizada y lacada al horno. Para asegurar una correcta protección de las barras se diseñó una perforación en las mismas que permitía la penetración del galvanizado en el interior de las barras.
En el interior de las colinas domina el color negro y el verde. Grandes muros de bloque de hormigón, pintados de negro, rinden homenaje a la cultura del carbón de las cuencas mineras. El negro del carbón en contraste con los verdes de los prados asturianos, iluminados de ocres, amarillos y anaranjados. El simbólico plegado de la capa superficial del terreno nos descubre los estratos y grandes masas carboníferas del subsuelo, como la propia playa de la piscina, pintada de negro, recordando que Langreo es la capital de la minería del carbón de España.
En el interior, al igual que sucede en el interior de las minas del entorno, se proyectan edifícios dentro del edificio. Los forjados inclinados, resultado del voluntarioso plegado del terreno, conforman los graderíos y los techos de los vestuarios. Para la ubicación de los equipos exteriores de las instalaciones se han diseñado una suerte de patios o fosos bajo la rasante, en las zonas donde las cubiertas tocan el suelo. Así la cubierta queda completamente despejada y todas las máquinas quedan ocultas pero con una perfecta ventilación asegurada.
Tipología
Equipamiento
Año
2009
Estado
Construido
Situación
La Felguera – Asturias
Superficie
267 m2