EL COMERCIO / M. F. ANTUÑA / Sabado, 16 Abril 2016
Arquitectura de calidad y respetuosa con el entorno. Esa ha sido, es y será la apuesta de los arquitectos asturianos que ayer se reunieron en la sede de su Colegio en Oviedo para entregar los galardones que -de forma bienal- premian las mejores construcciones que se han llevado a cabo en la comunidad autónoma. En esta última edición fueron 35 las obras que presentaron sus candidaturas y tres de ellas se hicieron ex aequo con el máximo galardón: el edificio de la ampliación del Museo de Bellas Artes de Asturias, firmado por Patxi Mangado junto a los asturianos Justo López García y Vicente Díez Faixat; el comedor del colegio ovetense Guillén Lafuerza, obra de Miguel Ángel García-Pola Vallejo, y el libro ‘Lo moderno de nuevo. Arquitectura en Asturias 1950-1965’, de Fernando Nanclares y María Nieves Ruiz.
Todos recogieron ayer sus galardones en una ceremonia que sirvió igualmente para inaugurar una exposición en la sede ovetense del Colegio de Arquitectos que muestra los proyectos que concurrieron al concurso. Hubo una ausencia destacada, la del arquitecto navarro Patxi Mangado que ha liderado el proyecto del Bellas Artes, que no pudo asistir por razones profesionales y que el próximo mes de mayo ofrecerá una conferencia en ese mismo espacio. Desde la distancia, Mangado mandó un mensaje: «Ha sido una experiencia extraordinaria», resumió su trabajo en el Bellas Artes, grupal, como todos los de la arquitectura, en un camino plagado de dificultades que calificó de «intenso».
Las palabras de Mangado fueron las únicas que se escucharon junto a las del director general de la Viviencia, Fermín Bravo, y el decano de los arquitectos, Alfonso Toribio. Fue este último quien miró hacia el futuro de una profesión que no pasa por sus mejores momentos desde que en 2008 atacase la crisis pero que mantiene su compromiso por la calidad. Recordó Toribio que los arquitectos españoles se cuentan entre «los mejores del mundo» y que la crisis si bien ha hecho disminuir la cantidad de obras, la calidad no ha sufrido merma.
Los galardones, además de los tres premios citados, incluyen cuatro accésits: el edificio de recepción y vestuarios del parque de aventura Selva Asturiana, en el bosque del Bolao, en La Pereda, Llanes, diseñado por Carlos Bermúdez Alonso, José María Guitan Díaz, Andrés Hernández Alonso y Diana Hernando Navarro; una vivienda unifamiliar obra de Amaya Salinas de León en la finca ‘La Carcabina’, en Muros de Nalón; el módulo de comidas, bebidas y terraza de la playa de Vega, en Ribadesella, obra de Alejandro Alcázar Palacio, y una renovación conjunta de edificios en Jove diseñada por Carlos Bermúdez Alonso y Jorge Alonso Rodríguez.